lunes, 31 de octubre de 2011

Mitos hititas 2. El canto de Ullikummi.

La Madre, la Montaña; estatuilla de la diosa arcaica Hannamahn



Canto de Ullikummi


Kumarbi está pensando sabios pensamientos en su mente. Él alienta la idea de crear la desgracia y el daño contra el Dios de las Tormentas. Alienta la idea de levantarse como rival contra el Dios de las tormentas. Kumarbi piensa estos sabios pensamientos en su mente, y los entrelaza como abalorios.

Cuando ha pensado ya estos sabios pensamientos en su mente, él se levanta instantáneamente de su asiento. Toma su bastón en su mano, se calza suaves zapatos en los pies. Sale de Urkis, su ciudad, y se dirige a …

En la… yace una gran roca /la Señora Montaña/. Su largo es de tres horas dobles, su ancho es … /horas dobles/ y media. Su deseo se despertó y yació con la roca. Su virilidad fluyó hacia ella; cinco veces la tomó, diez veces la tomó …

Cuando la noche … cuando la noche llegó, la piedra se movió… la atendieron cuando dio nacimiento… la Roca… y pronto apareció el hijo de Kumarbi.

Las… mujeres lo trajeron al mundo; la Mujer Buena y las Diosas Madres levantaron al niño y lo pusieron sobre las rodillas de Kumarbi. Kumarbi comenzó a acariciar al niño y lo hacía danzar arriba y abajo. Y procedió a darle al niño un nombre propicio!

Se dijo Kumarbi en su alma: “¿Qué nombre le daré? El niño que la Mujer Buena y las Diosas Madres me han presentado, /debido a que/ salió del cuerpo de ella como un astil, el niño se llamará Ullikummi /significa “Destructor de Kummiya”, la ciudad celeste de Teshub/! ¡Que ascienda al cielo en busca de la realeza! ¡Que conquiste Kummiya, la ciudad hermosa! ¡Que ataque al Dios de las Tormentas y lo deshaga en pedazos como a un mortal! ¡Que lo aplaste bajo su pie como a una hormiga! ¡Que aplaste a Tasmisus como una zapata aplasta a una caña! ¡Que derribe a todos los dioses del cielo como pájaros, y que los rompa en pedazos como tiestos vacíos!”

Después de decir estas palabras, Kumarbi empezó a decirse en su alma: “¿A quién le confiaré este niño? ¿Quién lo tendrá consigo y lo tratará como un don?”

Cuando las deidades Irsirra oyeron estas palabras, tomaron al niño. … Las deidades Irsirra /”los que sobrevuelan y ven”/ levantaron al niño y lo estrecharon contra sus pechos, como una prenda. Lo alzaron y lo pusieron sobre las rodillas de Enlil. El… alzó sus ojos y sostuvo al niño que estaba en su divina presencia. Su cuerpo estaba hecho de diorita.

Enlil comenzó a hablar en su mente: “¿Quién es este niño que han criado la Buena Mujer y las Diosas Madres? Ninguno entre los grandes dioses afronta batallas tan cruentas, ninguno es de una vileza comparable a Kumarbi. Así como se levantó el Dios de las Tormentas contra Kumarbi, así ahora Kumarbi levanta a este tremendo hombre de diorita como su rival.

Cuando Enlil terminó de pronunciar estas palabras, las deidades Irsirra tomaron al niño y lo ubicaron como un astil sobre el hombro derecho de Ubelurris /un gigante que llevaba al mundo sobre sus hombros, como Atlas./

La diorita crece, las fuertes aguas la hacen crecer. En un día se incrementa en un codo, en un mes se incrementa en un acre. La piedra agregada a su estatura es un espectáculo asombroso.

Cuando llegó el día décimoquinto, la piedra se había tornado alta; estaba en el mar, con sus rodillas como columnas; estaba sobre las aguas, la piedra, en alto como un pilar. El mar contorneaba su cintura como un faldellín. Como una torre, la piedra se alzaba y alcanzaba hasta los templos y las moradas de los dioses en el cielo…

El Dios de las Tormentas se sentó sobre el suelo; las lágrimas caían de sus ojos a raudales. Con las lágrimas cayendo de sus ojos, el Dios de las Tormentas habló su palabra: “¿Quién podrá contemplar una imagen tan deshonrosa? ¿Quién ante esto se hará cargo para dar batalla /contra el monstruo/? ¿Quién puede soportar la vista de su … aterrorizante?” Isthar le replicó al Dios de las Tormentas, su hermano: “¡Hermano mío! No hay realmente un solo … a quien se le haya otorgado tanto coraje. Realmente no conoces al hijo que … ha engendrado?”

/Siguen otros tramos incompletos. Tras una batalla de resultado incierto contra Ullikummi, el Dios de las Tormentas es derrotado. Para evitar más violencia, los dioses antiguos Enlil y Ea intentan juzgar la cuestión consultando las “tabletas del destino”. Fracasada esta mediación, Enlil anuncia una nueva batalla contra el atacante, esta vez con la ayuda de ciertaas armas antiguas. /

“Escuchen, dioses antiguos, los que conocen las antiguas palabras:

¡Abran ya los antiguos depósitos

De los padres y de los abuelos!

Traigan la Antigua Lanza de Cobre

Con la que el cielo fue separado de la Tierra,

Y con ella romperemos los pies de Ulli-kummi.”


/Con esta ayuda, y con la de los otros dioses, a los que Teshub logra alistar para la lucha, Ullikummi es finalmente vencido. /

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