domingo, 10 de mayo de 2009

Las lecciones de los pájaros. Una lectura de W.H.Hudson.


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Un consagrado estereotipo pretende asociar a las y los poetas con las flores, las estrellas y los pajaritos.

Tiene su razón de ser. Se nos quiere vincular nada menos que con tres de las criaturas más fuertes del cosmos y de esta tierra: con las estrellas, que viven sólo un día hasta consumirse; con las flores, sexualidad feroz y desatada del imperio vegetal, verdadero dueño de la tierra, que ha sabido adoptar modales de quietud y disimulo; y con los pájaros, los seres del aire y de la libertad. Todo eso de que tanto carecemos y a lo que tanto nos negamos los humanos. Los pájaros, esas aves sin utilidad para la economía, que nos enseñan a negarnos a todo lo que sea más chico que el cielo y la tierra.

William Henry Hudson

Hudson supo convivir sin estridencias con la pobreza, sin perder la libertad ni dedicarse a otra cosa que lo que amaba desde muchacho: el estudio de la naturaleza. Su admirador Richard Curle nos lo describe, ya en su edad madura, pasando días en la observación de sus amadas aves, “que para él no eran especímenes, porque todo lo que se pareciera a coleccionarlas le resultaba abominable”, sino “criaturas del aire, las más perfectas y libres en la propia esencia de la creación”. Así consideradas, son la poética de lo existente.

En “Aves del Plata”, una y otra vez las observaciones de Hudson, atentas al acontecer concretísimo y menudo, tienen sin embargo un relumbrón de enseñanza secreta. Transcribiré algunas.

La reunión vespertina de las tijeretas

“Las tijeretas no son aves gregarias; sin embargo, una vez al día, justamente antes de que se ponga el sol, todas las que viven en proximidad suben a las puntas de los árboles, y se llaman unas a otras con fuertes y excitados chirridos. Luego vuelan arriba, como cohetes, hasta una gran altura en el aire; después, tras remolinear por unos pocos momentos, se precipitan abajo con la mayor violencia, abriendo y cerrando sus colas durante ese salvaje vuelo en zigzag, y profiriendo una serie de notas agudas y chirriantes. Tras esta curiosa función, se separan en parejas, y cada una de ellas se posa sobre la punta de un árbol, desde donde prorrumpen en un traqueteante son de castañuelas, tras lo cual los compañeros se separan.”

Utilidad de las telarañas

“Los materiales del nido del churrinche se juntan casi todos sobre los árboles; son líquenes, telarañas, y vilanos. Los líquenes, sujetados firmemente por las telarañas, y dispuestos para mayor suavidad con las puntas hacia fuera, dan al nido el color de la corteza sobre la que está construido. A veces el nido se acolcha con plumas, pero más generalmente con vilanos”…

Para padres, los churrinches

“En fecha tan temprana como el fin de Enero, y tan pronto como los jóvenes de la segunda camada anual son capaces de alimentarse por sí solos, los adultos desaparecen. Su partida no es gradual; se desvanecen al mismo tiempo. La partida de otras especies migratorias tiene lugar tras un cambio muy notorio de la temperatura; pero a fin de Enero el calor es implacable – aún mayor que durante Diciembre. Recién a fines de Abril, tres meses después de la desaparición de los pájaros adultos, los jóvenes llevan a cabo su partida. Este es uno de los hechos más extraños que he encontrado en las migraciones de los pájaros. El frío otoñal y el tiempo parecen ser la causa inmediata de la despedida de los pájaros jóvenes; pero en los adultos, la migración parece ser un instinto bastante independiente del cambio atmosférico.”

Calandrias, canto creativo y cautiverio

“Tan variadas son sus melodías, y con tanta frecuencia sugieren el lenguaje de otras especies, que el oyente se pregunta continuamente si la Calandria es realmente un cantor original o un avezado plagiario, capaz de robar jirones de cincuenta melodías distintas y mezclarlos de algún modo en una composición completa. Como conjunto, el canto es de un carácter marcadamente distinto del de cualesquiera otros pájaros (exceptuando por supuesto los de su género, Mimus), porque las mismas melodías nunca se repiten dos veces en el mismo orden; y aunque la Calandria tiene muchas melodías favoritas, puede variarla a cada una en un centenar de modos. A veces el canto en su conjunto parece estar hecho con imitaciones de otros cantores, con ligeras variaciones – y no sólo de cantores, porque aquí y allá se oirán claras notas de flauta, que serán sucedidas por otras tan urgentes y quejosas como los llamados hambrientos de los pichones de gorrión; y luego habrá unos bellos floreos de frases de zorzal, y luego gritos, como los de una golondrina aterrorizada corriendo por el cielo para anunciar la cercanía de un halcón; o quizás chillidos lastimeros como los de un pollo en las garras de un milano.” …

“Se cree generalmente que la Calandria no vive en cautiverio. Yo he visto, sin embargo, unos pocos ejemplares enjaulados, pero nunca cantaban.”

(Sabemos que siempre que le era posible, Hudson abría las jaulas de las aves en cautiverio).

Las golondrinas y las casitas en el campo

“Aunque como ha observado Azara, la golondrina no va mucho a las ciudades, es muy doméstica. No hay una casa en las pampas, por humilde que sea, que no tenga algunos de estos pájaros dando vueltas en torno suyo, rozando deportivamente la cumbrera, o espiando con curiosidad bajo los aleros, y pronunciando de modo incesante sus melodías gorgeantes y felices.”

Comer callado y alarmarse por si acaso. Los mistos.

“Mientras la bandada de mistos se está alimentando, se dispersa sobre una extensa área de terreno, dividida en compañías de una docena de pájaros o pocos más, y en esos momentos están tan atentos a su alimento, que una persona puede pasar caminando entre ellos sin perturbarlos. Luego alzan vuelo muy súbitamente, rompiendo en mil notas chirriantes y enojadas, se persiguen unos a otros en el aire, y tras dar vueltas en redondo sobre el campo durante algunos momentos, se posan repentinamente sobre el pasto de nuevo, y se quedan silenciosos como antes.”

Los horneros y sus construcciones

“Los Horneros comienzan a construir sus nidos en los días buenos de otoño, y el trabajo se retoma durante el invierno, cada vez que hay una ráfaga de tiempo suave y húmedo.”…”La estructura es tan fuerte, que permanece intacta durante dos o tres años.” Pero luego de la puesta, la eclosión y la cría, “las aves dejan el nido; los pájaros adultos y los jóvenes todavía viven juntos durante dos o tres meses. Se construye un nuevo nido cada año.”

El leñatero, constructor por vocación

“El nido del Añumbí es de unos dos pies de profundidad, y de diez a doce pulgadas de diámetro, y descansa en posición oblicua contra las ramas. La entrada está en la punta superior, y un pasillo retorcido o en espiral lleva a la extremidad inferior, donde está la sala de crianza; acolchada con lana y césped suave, en ella se ponen cinco huevos que varían considerablemente en su forma, siendo algunos más puntudos que otros.

Por ser el nido tan seguro, sólido y cómodo, es muy codiciado por otras especies de pájaros que quieren criar en él. Cuando se lo priva de su nido, el leñatero inmediatamente se pone a construir otro. Pero a menudo, sin haber sido ahuyentado del primero, comienza a construir uno nuevo, demoliendo con frecuencia el primero, para usar los materiales.”

El tero y su terruño

“Es regla que esta especie se aparea de por vida, y que permanece siempre en el rincón del mundo donde fue criada. Pueden perseguirlas con armas de fuego, sacarles sus huevos año tras año, hasta dar vuelta la tierra con el arado; aún así, se rehusarán a irse. Defiende su territorio manteniéndose en guerra perpetua contra la mayor parte de los seres animados, y tiene como objetos especiales de su aborrecimiento a los hombres, los perros, las Rheas, y las aves de presa en general. Su grito agudo y su temperamento belicoso han sido observados por la mayoría de los naturalistas.”

La tentación de las alturas. El chajá.

“Es un ave muy pesada, y le da trabajo levantar vuelo con sus ruidosas alas. Pero ama planear, y se levanta en una extensa espiral hasta que casi desaparece de la vista en el cenit, aún en un día luminoso. Dado su gran tamaño y su color oscuro, es dable deducir entonces que alcanza una gran altura. En los días soleados y sin viento, sobre todo en invierno y primavera, a menudo se pasan las horas en estos sublimes ejercicios aéreos, flotando lentamente giro y giro en vastos círculos, y cantando a intervalos. Cómo un ave tan pesada y con alas comparativamente cortas puede sostenerse en el aire durante períodos tan extensos en el aire menos denso al que ha arribado, todavía no se pudo explicar.”

El extraño dúo de la pareja de chajás

“Su voz es muy poderosa. … En ocasiones se entregan a una suerte de función de canto en la que participan macho y hembra juntos, lo que produce un efecto de armonía. Comienza el macho; luego la hembra hace su parte; y luego, con espíritu y fuerza maravillosas, derraman un torrente de sonidos extrañamente contrastantes; algunos que parecen trombones por su profundidad y volumen, y una especie de golpes de tambor, y otros largos, claros y tintineantes. Es el sonido animal más fuerte en las pampas, y su carácter marcial y jubiloso afecta fuertemente la mente, en medio de esa melancolía silvestre y silenciosa.”

“Cantan todo el año, a todas horas, sea en el suelo o mientras planean; cuando están en pareja cantan invariablemente juntos, y cuando están en bandadas lo hacen en concierto. A la noche se los oye alrededor de las nueve, y de nuevo antes del amanecer. Pero no es inusual escucharlos a cualquier otra hora.”



Aves solitarias que tienen que reunirse al atardecer, para un vuelo juntas y una conversación… Telarañas que hacen habitable el nido de un gran cantor… Padres que les dejan todo el espacio a sus hijos y se retiran… El mejor cantor del mundo, que se niega a cantar estando en cautiverio... La más viajera de todos, que elige estar siempre cerca de una casita en el campo… Los que gritan, por si acaso, en un momento de su comida… Los mejores constructores, que prefieren renovar sus casas perfectas cada año, o hasta más de una vez en el año… Un combatiente que no deja su lugar de origen por más que lo ataquen… Un ave supuestamente torpe que se eleva a enormes alturas para planear, por el placer de hacerlo… Una pareja que es toda una orquesta… Aves que cantan porque les gusta cantar…

Invito a cada una, a cada uno, a cada dos, a cada muchos, a encontrar su alegoría de aprendizaje en los pájaros. Seguramente hallarás una lección que te está esperando.

1 comentario:

badana dijo...

Esta lindo el Añumbí . Yo me afilio a su club pero antes debiera saber si entre labor y labor constructiva disfruta de algunos vuelitos .
En la parte seleccionada del texto sobre las aves se habla más de aquello que se nos asemeja ; como hacen hogar ,como se relacionan ,a quien temen, con quien comulgan , como cantan ... y poco se dice de como viven su vuelo.
Que secreto esconde cada ave detrás de su trayectoria