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Manuel Romero
Manuel Romero (1891 – 1954) fue letrista de tangos, dramaturgo (parece que escribió más de 180 obras), cronista, cineasta (que dirigió a Nini Marshall, Tito Lusiardo, Luis Sandrini, Narciso Ibáñez Menta)… en fin, artista múltiple, hábil para llegar a un público multiplicado por las nuevas formas de difusión y reproducción técnica: el biógrafo, el gramófono.
Producía continuamente, de tal modo que siempre había en el mercado algo reciente hecho por él. Corría el riesgo de repetirse más visiblemente que otros, claro. Su tango “Gabino”, por ejemplo, nos dice lo mismo que el célebre “Tiempos Viejos” (te acordás hermano…): que hubo una edad heroica de hombres sin engominar que no consumían cocaína.
Romero fue uno de los conocidos de Gardel, a quien le dio letra más de una vez. Escribió letras de tango y milonga exitosas, populares hasta hoy, y que siempre incluyen un atisbo de observación social: Aquel tapado de armiño, Nubes de humo, Tomo y obligo, Que quéres con ese loro, Patotero sentimental, La muchacha del circo, la antológica Haragán, cuyos dichos expresados por Carlitos se han incorporado al lenguaje cotidiano, Guapo y varón… El suyo era el enciclopedismo de un género en ascenso, que se le anima a todos los temas, para recrear el universo desde su punto de visión. .
Y... Se viene la maroma!
Suya es esta letra menos conocida, escrita en 1932:
SE VIENE LA MAROMA
Letra de Manuel Romero y Mario Batistella
Música de Enrique Delfino música
Cachorro de bacán,
andá achicando el tren;
los ricos hoy están
al borde del sartén.
El vento del cobán,
el auto y la mansión,
bien pronto rajarán
por un escotillón.
Parece que está lista y ha rumbiao
la bronca comunista pa' este lao;
tendrás que laburar pa' morfar...
¡Lo que te van a gozar!
Pedazo de haragán,
bacán sin profesión;
bien pronto te verán
chivudo y sin colchón.
¡Ya está! ¡Llegó!¡No hay más que hablar!
Se viene la maroma sovietista.
Los orres ya están hartos de morfar salame y pan
y hoy quieren morfar ostras con sauternes y champán.
Aquí ni Dios se va a piantar
el día del reparto a la romana
y hasta tendrás que entregar a tu hermana
para la comunidad...
Y vos que amarrocás
vintén sobre vintén,
la plata que ganás
robando en tu almacén.
Y vos que la gozás
y hacés el parisién,
y sólo te tragás
el morfi de otros cien...
¡Pa' todos habrá goma, no hay cuidao...!
Se viene la maroma pa' este lao:
el pato empezará a dominar...
¡cómo lo vamo' a gozar!
Pedazo de haragán,
bacán sin profesión;
bien pronto te verán
mangando pa'l buyón.
¡Ya está! ¡Llegó!¡No hay más que hablar!
¡Ya está! ¡Llegó!¡No hay más que hablar!
Se viene la maroma sovietista.
Los orres ya están hartos de morfar salame y pan
y hoy quieren morfar ostras con sauternes y champán.
Aquí ni Dios se va a piantar
el día del reparto a la romana
y hasta tendrás que entregar a tu hermana
para la comunidad...
Me gusta la versión de este tema que hacen Dahd Sfeir y Rubén Yáñez en su disco “Mano a mano”.
Me gusta la versión de este tema que hacen Dahd Sfeir y Rubén Yáñez en su disco “Mano a mano”.
El año 1932 y este tango "posmo"
En 1932, año de nacimiento de Se viene la maroma, el general golpista Uriburu le pasaba el mando a otro militar, no menos golpista pero ungido en comicios fraudulentos, el General Justo. Del nacionalista al liberal, por la fuerza de las armas, como de Lonardi a Aramburu, del Onganía de Salimei al de Krieger Vasena, etcétera.
Es un tango posmoderno, porque en él todo suena a entrecomillado, por y para la ironía. Es una cita burlesca al argumento de aquellos militares y sus orientadores garcas, que sostenían la necesidad de detener el “peligro rojo” que llegaba hasta la Argentina. El sovietismo. Frente a la amenaza disolvente, se alzaba el patriotismo de un Anchorena, un Duhau, un Pinedo, dedicados a balear gremialistas, contratar carneros, cerrar periódicos y perseguir opositores y hasta asesinar a algún senador en el sacro recinto de las leyes, si cabía.
Pero también parece una cita, un entrecomillado, el modo apocalíptico de presentar al “sovietismo”. Quizás porque el que habla en el tango se regodea exagerando los trazos tremendistas, buscando asustar más al burgués. O bien es otro nivel de burla a la oligarquía, que hábilmente le vende este estereotipo de amenaza roja a la pequeña burguesía…
Hasta dónde llegar con el comentario, sin que este empañe el texto mismo... Como quiera que sea, rescato de este tango el abordaje descarnado de la diferenciación social: sauternes y champán vs. salame y pan; el bacán sin profesión vs. el laburante que no gana ni para comer decentemente….
Historias y músicas recuperadas
El título de este tango revelador ha sido retomado en nuestros días por un grupo under del rock platense, que ha querido llamarse “Se viene la maroma.”
Como las empresas recuperadas, hay historias y músicas recuperadas.
Ante ellas, uno siente que el camino de cada quien hacia sí mismo se enlaza de manera inextricable con el camino de un pueblo mutilado, también hacia su propia constitución, a través de múltiples identificaciones.
Libros
Dos libros me ayudaron con este tema:
Ricardo Horvath. Esos malditos tangos. Ed. Biblos col. Latitud Sur 2005. Introd.. de Norberto Galasso.
José Gobello: Conversando tangos. Buenos Aires: A. Peña Lillo Editor, 1976.
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