Proclama inicial de FORJA formada por Jauretche, Raúl Scalabrini Ortiz y su grupo en 1935.
Seguimos transcribiendo algunos versos de “El Paso de los Libres” de Arturo Jauretche, la última crónica en verso gauchesco de la última patriada tradicional.
Avanzando en la obra, el payador expone los malos hábitos que ha traído el elenco gobernante instalado por el golpe del general Uriburu aquel infausto 6 de setiembre de 1930:
Y muchas mañas trajeron
los que Setiembre nos trajo;
ni todas yo las barajo
en este mazo de dichos;
sólo una falta a esos bichos:
darse maña pa’l trabajo.
El cambio de un general a otro, de Uriburu a Justo, no fue para mejor:
Y el país cambió de mano
pero no alivió sus lutos,
pues este es un gaucho astuto
si gaucho malo era el otro:
y yo aprendí con los potros
a preferir los más brutos.
Las vestales que criticaban al yrigoyenismo por ser populachero, silencian el escándalo del fraude electoral:
Protestaban qu’el sufragio
no estaba bastante abierto,
y recién se ha descubierto
que buscaban otro asunto:
era el “Sufragio e’difuntos”:
¡Por eso votan los muertos!
¿Estamos pobres porque la crisis vino de afuera?
Ellos dicen que la culpa
de todo la tiene Europa.
Si eso ya estaba en la copa,
¿pa qué volcaron el frasco?
Hemos hecho la del vasco:
augarse y salvar la ropa.
So pretexto de la crisis, el trabajador ve perderse sus derechos:
El que trabajo consigue,
no sabe cuánto ni cómo;
calladito agacha el lomo
p’aviarse con un mendrugo:
pa que les saquen el jugo
se han hecho el pobre y el pomo.
La prosperidad del capital extranjero y las privatizaciones:
Petróleo, yerba, tranvías,
todo entra en sus arganas;
dicen que al pueblo las nanas
le curan por este medio.
Si el doctor toma el remedio,
el enfermo, ¿cómo sana? …
Esos negocios los hacen
con capital extranjero;
ellos son los aparceros
y aunque administran la estancia,
casi toda la ganancia
la llevan los forasteros.
Frente a esto, el revolucionario siente la indisoluble compañía de los sueños y los dolores:
Tomo el hilo de esa punta
y al desatar la madeja
verán que siempre con quejas
andan los sueños en yunta.
El programa de reconstrucción nacional se asienta en valores indiscutibles:
Hasta que un día el paisanoacabe con este infierno
y haciendo suyo el gobierno
con sólo esta ley se rija:
es pa'todos la cobija
o es pa'todos el invierno.
Luego de las peripecias padecidas en Brasil y en el clandestino paso a la Argentina, se produce el desigual combate de Paso de los Libres. Allí la muerte es poco, y la derrota puede ser el camino a la victoria:
En cambio murió Ramón
jugando a risa la herida:
siendo grande la ocasión
lo de menos es la vida. /…/
Otros que triunfen vendrán
aunque esta cruzada aborte;
como bien dice el refrán
“no hay tiento que no se corte.”
Hay ensañamiento en el castigo a los vencidos:
pues en los días primeros
hubo una orden de arriba,
de no tomar prisioneros,
y no cayó gente viva. /…/
Los vi desde mi escondite
despenar a los caídos
y traicionar el convite
que se hizo a los rendidos /…/
Los versos finales esconden una pregunta; se la dejo a los lectores.
Quedo solo en el galpón
con el viejo de los chistes
como canario al alpiste
siempre prendido al porrón.
Y en el recuerdo que pasa
me pregunto si mi raza
como ese fuego agoniza
¡o si está ardiendo la brasa
y hay que soplar la ceniza!
El próximo 25 de mayo se conmemoran los 35 años del fallecimiento de Arturo Jauretche. Que sea brasa, y que soplemos la ceniza.
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