viernes, 26 de septiembre de 2008

David Foster Wallace 1962 - 2008


Aquejado por una fuerte depresión, el pasado 12 de setiembre el escritor norteamericano David Foster Wallace se colgó en su propia habitación, en su casa de Claremont, California. Allí lo encontró a la noche su esposa Karen.

En estos últimos tiempos, Foster era profesor de escritura creativa en el Pomona College de Claremont. Había publicado ya las novelas La escoba del sistema (The Broom of the System, 1987); y La broma infinita (Infinite Jest, 1996) novela de culto de más de mil páginas. Escribió además cuentos, crónicas periodísticas y no ficción.

Hijo de profesores universitarios, Wallace había logrado lauros en el campo de la filosofia y la lógica, y también como tenista. Para su comentarista David Gates, fue “un genio que también era escritor”, capaz de publicar un libro como “Todo y más: una historia compacta sobre el infinito” (2004).

En el país de Hemingway, Jack London, Ambrose Bierce, Malcom Lowry, John Kennedy Toole, Jerzy Kosynsky, Silvia Plath, Hunter Thompson… ¿será este nuevo suicidio algo así como lo que señalaba Kurt Vonnegut y nos recuerda Rodrigo Fresán, la muerte del canario en la mina de carbón (ese que llevan los mineros para detectar cuándo el aire se torna mortífero)?

Acerca de su tarea como escritor, Wallace sostuvo alguna vez: “En el mundo real todos sufrimos a solas, la empatía de verdad es imposible. Pero si una pieza de ficción nos permite identificarnos con el sufrimiento de un personaje, podremos con más facilidad imaginar que otros se identifiquen con el nuestro. Esto alimenta, redime, nos deja menos solos en nuestro interior”.

Les ofrezco en otro post de este mismo blog, la traducción del Discurso de David Foster Wallace a los egresados de Kenyon en el año 2005. Alguna vez él escribió “¿Qué tal si resulta que todos los infinitamente densos y cambiantes mundos que tenemos adentro en cada momento de nuestras vidas pueden de alguna manera ser abiertos después, después de lo que uno concibe como que uno se muere?” Qué tal si este fuera un modo, aunque tardo y pobre, de acercarse a esos mundos de Wallace, y un poco romper el solipsismo...


Ramón. Setiembre 26 de 2008.


1 comentario:

badana dijo...

Que discurso, Ramón! Lo escucho aquí, en el centro de mi estómago , como a la vibración de los tambores, esa que Prevert dice que despierta al diablo.
Y que manera de coincidir con él y de entender esa maldita soga que parece fué la única que lo sostuvo!..
El tan temido y paradójico final de los optimistas que aún creemos que se puede desplazar el centro del universo desde nuestro ombligo al común.
Y cuantos canarios deberán morir antes de que airemos la mina?