jueves, 23 de octubre de 2008

"Ni centro ni periferia". Tiempo, espacio, escritura, revolución. (2)



(Viene de la parte 1)



Se cree que en algún lugar de Chiloé se esconde la cueva de Quicaví, un secreto "centro del mundo".



4. El centro como metáfora de control. Arcaísmos y permanencias.

La representación del espacio como algo que tiene “centros” se vincula a procesos de simbolización arcaicos, y a los primeros imperios antiguos. De ahí en parte su éxito.

Las grandes capitales, los lugares de especial significación ceremonial, fueron definidas alguna vez como centros del mundo. También se utilizaba la metáfora del ombligo. Ombligos fueron Delfos, Cusco. Quizás preferible esto del ombligo, porque alude a una conexión con una matriz. Pero Pekín, Persépolis, Akkad, Roma, Jerusalem, París, Londres… y Nueva York, se ufanaron o ufanan de ser “centro del mundo”. Un titular de diario hablaba ayer del “hundimiento del centro del mundo”…

Esta metáfora ha funcionado como una estrategia simbólica para instaurar la idea del Imperio, o de la supremacía, en el cacumen de los súbditos.

Veamos otra metáfora, esta vez milenarista. En su viaje por el Asia interior, Fernando Ossendowsky registró la creencia en un oculto Centro del Mundo, Agartha. Allí está esperando el Rey del Mundo, que un día vendrá para imponer la paz y la justicia sobre la tierra. De modo parecido, en algún centro secreto están esperando Barbarroja, y Federico II, y el rey Sebastián de Portugal, y quién sabe cuántos y quiénes más, para venir a resolver con su mandato los problemas del género humano. Esperemos que no se les de por venirse todos juntos. Supo haber sociedades secretas que actuaron en nombre de alguno de ellos. Materialmente más cerca nuestro, está el mito de la Sociedad, la Mayoría o la Brujería, cónclave secreto que todo lo dirige sin que lo sepamos, y que todo lo ve mediante una gigantesca piedra cristalina, el ojo en la cueva de Quicaví, donde el panóptico se une a la fantasmagoría del centro secreto.

La imagen del Sagrado Corazón, que es anterior a su adopción por el cristianismo, se relaciona con estas metáforas espaciales. Estos centros utópicos espacializan al Salvador – Rey del Mundo, reproduciendo y regenerando el esquema del poder del Señor.

La espacialización del control mediante una metáfora, es más exitosa cuando se la internaliza hasta el punto de aplicarla a la propia constitución de la persona. Se ha dicho que en Occidente, al menos desde el cartesianismo, tendemos a sentir y pensar nuestra propia persona como un enanito que, desde una alta cabina ubicada en el cráneo, maneja todos los comandos de una máquina corporal. Como el maquinista de una motoniveladora, digamos. Inútil para entender nuestros procesos somático-mentales, la imagen sirve cuando se trata de poner bajo dominio y administración las energías de las personas con fines laborales y de “ordenamiento” en general. Una estrategia de dominación interna de la persona acompaña a las estrategias de dominación aplicadas mediante las representaciones del espacio externo. Haber detectado esta metáfora enferma tampoco es mérito mío, sino una idea que traigo de un pensador patagónico quizás escasamente aprovechado: Oscar Nudler, filósofo rionegrino al quien le debemos certeros análisis de los modelos de desarrollo.

5. La escritura y las otras prácticas sociales de los escritores.

Edgar Morisoli, en el sagaz documento sobre “Nuestro lugar. Un punto donde hincar la punta del compás”, observa que hay un momento de la escritura en que no existe periferia:

“Cuando el escritor está viviendo la pulsión creadora, labrando pacientemente su texto, sufriendo y gozando la palabra, no existe periferia. Hasta el rincón más lejano, el paraje más olvidado o desvalido en que pueda habitar, la ciudad en que pueda perderse, se transforma, por obra y gracia de la creación, en un centro incandescente. Y esa pulsión puede durar días, meses, años… o un instante; puede involucrar el tiempo de un poema o un cuento aislado, o la arquitectura de una obra integral; puede resistir el aislamiento, el anonimato, el olvido. El poeta crea, siempre, desde el centro de un mundo. Desde el centro del mundo.”

Es un pensamiento para compartir y suscribir. Porque en materia de escribir y en el momento de escribir, no hay presencia de una brecha tecnológica o de productividad. Ninguna tecnología hace que uno escriba, o que escriba mejor. Ni se siente la distancia o la cercanía del “centro”, sea cual fuere. Ni está pesando sobre el escritor la dispar apropiación de excedentes. En este mundo de la palabra, todos nos apropiamos de todo, todos damos todo. Es un modelo natural e integralmente comunista – aunque haya escritores muy individualistas. Tema para otra instancia.

Digo lo mismo con otras palabras, al sostener que la escritura es necesariamente excéntrica y marginal. Veamos los motivos para cada uno de estos calificativos.

Excéntrica, no porque escritoras y escritores seamos raros (aunque bien podemos serlo), sino porque la escritura del escritor, no la del escriba, tiene su propio centro, y por ello no tributa a las acumulaciones de poder o de riqueza. Aún en cercanías del aparente centro, llámese Buenos Aires, Viedma, Nueva York o California, la escritura no está “centrada” para servir a lo específico de ese centro, a la concentración de recursos y decisiones. Una novela de Dos Passos o un ensayo de Scalabrini Ortiz, o el Martín Fierro escrito en una mesita de hotel de Buenos Aires, o el infierno del Dante o el Monipodio de Miguel de Cervantes, son feliz y totalmente excéntricos, y aún más: carcomen toda ilusión de centralidad del poder y la riqueza.

Y la escritura es y no puede sino ser marginal, porque el escritor no está en el parque de las estatuas, sino a orillas del río – cuanto menos, en las márgenes; la mirada sumida en él.

Traigo acá una idea de otro revolucionario pensador argentino, Walter Omar Kohan. Él hace pie (p. 128) en el fragmento 12 de de Heráclito de Éfeso: “Para aquellos que se bañan en los mismos ríos, fluyen aguas distintas y distintas”

“El problema más relevante que traza este fragmento, no es el de un supuesto movimiento o fluir universal, sino el problema del modo de ser de las entidades (en este caso los ríos) que se presentan ante una perspectiva humana como algo uno y al mismo tiempo múltiple, idéntico y también diferente, el problema de entidades que muestran un modo de ser contradictorio. Heráclito afirmará, al mismo tiempo, la identidad de la unidad y la totalidad así como la naturaleza contradictoria y conflictiva de todo lo que es, percibiendo lo real como algo en lucha, una disputa necesaria entre contrarios y, simultáneamente, como la reunión de esos contrarios en la unidad.”

El mismo Kohan apunta:


“En el fragmento 52 Heráclito dice: "El tiempo de la vida es un niño que juega un juego de oposiciones. De un niño su reino" (Kohan p. 147). Asociado al tema del devenir, aparece el de la espera o la actitud humana ante el venir a ser. La infancia simboliza en este fragmento la novedad de un tiempo que no es tiempo de desarrollo, de continuidad, de inicio, de medio y fin sino de una temporalidad de la irrupción, del instante, de lo siempre presente. Infancia sin tiempo, sin cronología, infancia como figura del devenir.


Heráclito ilustra un tipo de pensamiento y una actitud que afirman una lógica que no es la lógica clásica de Occidente, aquélla de los principios de identidad, no-contradicción y tercero excluido sino una lógica que piensa lo ilógico, lo impensable, lo que no se puede o no se debe pensar y que espera lo inesperable. Heráclito se encuentra, desde un punto de vista filosófico, en la infancia del pensamiento. Y esto no lo desmerece.”


Desde esta perspectiva es que digo que la escritura de los escritores es marginal. Está a la margen, está en espera, está ante el venir a ser, la irrupción, el instante, lo siempre presente, lo ilógico, lo que no se deja apresar por el pensamiento formal.

Hay otro ribete conflictivo de esta díscola escritura. Mejor que en mi prosa, lo dirá en versos el poeta peruano Antonio Cisneros. Me parece que su palabra se aplica a las relaciones de la escritura y de la humanidad plena, con todo poder y toda riqueza:

Poema sobre Jonás y los desalienados


Si los hombres viven en la barriga de una ballena
sólo pueden sentir frío y hablar
de las manadas periódicas de peces y de murallas
oscuras como una boca abierta
y de las manadas periódicas de peces y de murallas
oscuras como una boca abierta
y sentir mucho frío.
Pero si los hombres no quieren hablar siempre de lo mismo
tratarán de construir un periscopio para saber
cómo se desordenan las islas y el mar
y las demás ballenas —si es que existe todo eso.
Y el aparato ha de fabricarse con las cosas
que tenemos a la mano y entonces se producen
las molestias, por ejemplo
si a nuestra casa le arrancamos una costilla
perderemos para siempre su amistad
y si el hígado o las barbas
es capaz de matarnos.
Y estoy por creer que vivo en la barriga de alguna ballena
con mi mujer y Diego y todos mis abuelos.
Más pronto que tarde, la poesía y la escritura incomodan. Como lo dijo y lo sufrió Salvatore Quasimodo “la creatividad y la inteligencia son tratadas como contagiosas enfermedades mortales por los poderes constituidos, Iglesias y estados”. Pero allí está precisamente su lucha libertaria, aún con las solas armas líricas de la nostalgia y el dolor.

El “enraizamiento” de la escritura integra este proyecto molesto para los poderes. En el cambio de generaciones de las últimas décadas, hemos visto en Río Negro cómo una literatura signada por la nostalgia y la extrañeza, da paso a formas de escritura más localizadas. Al menos, así leo un cuidadoso estudio realizado recientemente por Silvia Sánchez y Adriana González. Esta localización es a la vez una construcción de resistencias y espacios simbólicos, ajenos a las categorías centro – periferia. Los poetas incluidos en la ya clásica Antología de Raúl Artola y Mónica Larrañaga bastarían para sustentar este juicio.

Pero fundamentalmente en la palabra libre, por el sólo hecho de su libertad, está la crítica a los poderes. Criticamos la palabra servil al poder constituido, simplemente cuando liberamos la palabra.


Volviendo al hilo de estas ideas, retomamos la argumentación de Edgar Morisoli, cuando observa que la diferencia entre espacios privilegiados o postergados se nos torna sensible no en el mismo momento de escribir, sino en otros aspectos que hacen a la escritura: su contorno, sus herramientas.

Nuestro afán por escribir aquí, sin irnos de nuestros pueblitos o ciudades, nos somete a ciertas incomodidades o limitaciones. No tenemos igual acceso a bibliografías, bibliotecas, medios de comunicación o emprendimientos editoriales, que quien vive en alguna de las grandes capitales. Y los más pueblerinos percibimos también diferencias de posibilidades con quienes están en ciudades mayores, o en las capitales de provincia.

Así lo indica Morisoli:

…”la respuesta probablemente será otra –y hasta muy otra-, cuando el creador afronta la instancia de dar a conocer su obra, de publicarla. O cuando desea conocer la literatura que se produce en otras provincias, en otras latitudes de la patria. O cuando necesita consultar determinadas bibliografías, sobre todo si se trata de editoriales no porteñas. Los modernos medios de comunicación electrónica, para quienes tienen acceso a ellos, sin duda han facilitado algunos de estos aspectos, pero no todos ni los esenciales.”

De suyo que esto de “publicar” no es algo por demás ajeno o distinto de escribir. La palabra es palabra en tanto es proferida, es pro-nunciada. Y así, la cuestión de dónde y cómo publicar no es accesoria sino ínsita a la escritura. He aquí una fecunda contradicción: estamos tratando lo instrumental, pero estamos tocando lo fundamental de la escritura de los escritores. Vamos a ello.

6) Plantearnos la constitución de un “espacio otro”.


La respuesta nace no sólo de la teoría. Don Durito de la Lacandona nos puede orientar nuevamente cuando afirma:

“La diferencia entre lo irremediable y lo necesario, es que para lo primero no hay que prepararse. Y sólo la preparación hace posible determinar lo segundo”.

¿Qué haremos, para superar lo irremediable e instaurar lo necesario? ¿Qué tenemos que preparar, para qué debemos prepararnos?


Propondría como idea orientadora, esta que expresa el subcomandante Marcos, en el encuentro de diciembre de 2007 que venimos espigando:


“Quisiera explicar lo que queremos señalar con el título general, eso de “Ni el centro, ni la periferia”.


Nosotros pensamos que no se trata sólo de evitar las trampas y concepciones, teóricas y analíticas en este caso, que el centro pone e impone a la periferia.


Tampoco se trata de invertir y ahora cambiar el centro gravitacional a la periferia, para de ahí “irradiar” al centro.


Creemos, en cambio, que esa otra teoría, algunos de cuyos trazos generales se han presentado aquí, debe romper también con esa lógica de centros y periferia, anclarse en las realidades que irrumpen, que emergen, y abrir nuevos caminos.”


Contrarrestar el discurso de la periferización, supone reconstituir, con otras prácticas, los espacios sociales. En cuanto escritores, supone que nos pongamos a construir un espacio distinto, otro espacio, ajeno a la disyuntiva centro – periferia. Producir este espacio otro, será una tarea concreta y libertaria. Me quiero salir del lugar del pobre provinciano que debiera ir a Buenos Aires, o a donde sea, para ser “reconocido”. Romper con la imagen que esa definición desde afuera me impone, y encontrarme con los otros en un ámbito ajeno a ella.

De otro modo, aquí estamos diciendo lo que Raúl Artola expresa en su definición “la periferia es nuestro centro”. Allí quedan tamizadas y superadas, en la creación, las categorías inmovilistas del análisis. “La realidad une lo que la analítica separaba”; o mejor que en ese aforismo de Franco Ferrarotti, en la osada enunciación de Artola, es la poética esa realidad que cuestiona y une.

Pero, ¿qué espacio se trataría de producir, qué rupturas, mediante nuestra práctica organizativa, asociativa, técnica – imbuídas de creatividad?

Si el movimiento es el que produce el espacio, ¿qué movimiento debemos darnos?

Como ácrata, me inclino hacia los espacios descentrados, reticulados. Y retomo algo que leí en Rafael Barret: la máquina, más que materia, es humanidad condensada. Por eso tiendo a pensar en propuestas que integren tecnologías nuevas y sentidos libertarios.

Sólo me animo a registrar algunos propósitos y formas que puede tener este movimiento. En todo caso, mucho de él será diseñado desde el movimiento mismo, una vez que se inicie – o se fortalezca, en algunos casos.

Creo que podemos y debiéramos avanzar en el acceso a la información y la bibliografía. Podemos formar una red de trabajo que nos permita acopiar páginas de autores patagónicos y ponerlos a disposición de todos los públicos, en espacios informáticos nuestros. Se trata de levantar textos a la red. Nutrirla con autores nacionales y regionales que no están en ella, en este barajar y dar de nuevo que provoca Internet (como lo provocó la imprenta, y antes el pergamino). Propongámonos transcribir e incluir aunque una página por día, de un autor patagónico. Vayámonos de aquí con un deber para hacer. Comencemos por aquellos que ya no están físicamente, previa clarificación de la cuestión de derechos de autor. Si no es posible colocar el texto completo, al menos ubiquemos una síntesis, algunas páginas elegidas.

En cuanto a las bibliotecas, referiré brevemente una experiencia. Durante dos años estuve compartiendo un trabajo en Bahía Blanca. Se trataba de poner las bases para un catálogo colectivo informatizado de las bibliotecas populares de esa ciudad. El objetivo final es que dentro de no mucho tiempo el lector de un barrio cualquiera, mediante la computadora que hay en su biblioteca popular (son veinte, y a todas se les consiguió esta clase de equipos), acceda al catálogo general. Y mediante un sistema de préstamo interbibliotecario, tenga la posibilidad de leer ese material que está en otra institución. Este, creo, es quizás un modo de construir “espacios otros”, ni centro ni periferia.

¿No podemos proponer, apoyar, alentar, proyectos similares a nivel regional? Y hasta hacer algún aporte informativo o bibliográfico para ellos.

Publicar a nuestros escritores requiere, además de la presentación en Internet, la producción de libros. Edgar Morisoli observa en su ponencia, que en la región no estamos huérfanos de imprentas ni faltos de iniciativas editoriales. Creo que podríamos comenzar haciendo un inventario de lo que ya está, y ver la manera en que como colectivo de escritores podemos hacer que sirva para difundir la obra de nuestros creadores. Acaso debiéramos proponer planes editoriales, también a los organismos estatales, para orientar o al menos poner en debate sus políticas de publicación.

También me pregunto cómo podemos enriquecer las iniciativas que ya están en marcha en materia de difusión de informaciones. Hay gente en nuestras provincias que puede ayudarnos a pensar qué clase de sistemas o publicaciones podemos buscar y promover.

No se trata de centro o de periferia, sino de construir nuestros espacios de escritura y de comunicación, ateniéndonos a nuestros fines y necesidades.

Y me parece que en ese mismo movimiento nos constituimos como patagónicos. Más allá de las diversas historias previas, y trayendo todos algo de esas historias, hacemos la casa, la causa común.

Si esta es una lucha de geografías y calendarios, como dijera Elías Contreras, entonces conviene que estemos instalados en otros tiempos y espacios, que no son los de las crisis bursátiles o los grandes negocios – ni siquiera los negocios editoriales.

Quisiera pensarnos en términos de aquel caracol del que habla el apólogo japonés recopilado por Jean Claude Carrière:

“- ¿Adónde vas? - le preguntó una mariposa a un caracol que subía lentamente por el tronco de un cerezo.
- A comer cerezas en la punta del árbol – respondió el lento caminante.
- Pero no hay ninguna cereza allí! –
- Las habrá cuando yo llegue.”

Sólo que en nuestro caso, mejor diríamos: “las habrá porque nosotros llegaremos.”
Gracias!


1 comentario:

antonio jesus silva dijo...

REVOLUÇÃO QUILOMBOLIVARIANA !
Viva! Chàvez! Viva Che!Viva! Simon Bolívar! Viva! Zumbi!
Movimento Chàvista Brasileiro

Manifesto em solidariedade, liberdade e desenvolvimento dos povos afro-ameríndio latinos, no dia 01 de maio dia do trabalhador foi lançado o manifesto da Revolução Quilombolivariana fruto de inúmeras discussões que questionavam a situação dos negros, índios da América Latina, que apesar de estarmos no 3º milênio em pleno avanço tecnológico, o nosso coletivo se encontra a margem e marginalizados de todos de todos os benefícios da sociedade capitalista euro-americano, que em pese que esse grupo de países a pirâmide do topo da sociedade mundial e que ditam o que e certo e o que é errado, determinando as linhas de comportamento dos povos comandando pelo imperialismo norte-americano, que decide quem é do bem e quem do mal, quem é aliado e quem é inimigo, sendo que essas diretrizes da colonização do 3º Mundo, Ásia, África e em nosso caso América Latina, tendo como exemplo o nosso Brasil, que alias é uma força de expressão, pois quem nos domina é a elite associada à elite mundial é de conhecimento que no Brasil que hoje nos temos mais de 30 bilionários, sendo que a alguns destes dessas fortunas foram formadas como um passe de mágica em menos de trinta anos, e até casos de em menos de 10 anos, sendo que algumas dessas fortunas vieram do tempo da escravidão, e outras pessoas que fugidas do nazismo que vieram para cá sem nada, e hoje são donos deste país, ocupando posições estratégicas na sociedade civil e pública, tomando para si todos os canais de comunicação uma das mais perversas mediáticas do Mundo. A exclusão dos negros e a usurpação das terras indígenas criaram-se mais e 100 milhões de brasileiros sendo estes afro-ameríndios descendentes vivendo num patamar de escravidão, vivendo no desemprego e no subemprego com um dos piores salários mínimos do Mundo, e milhões vivendo abaixo da linha de pobreza, sendo as maiores vitimas da violência social, o sucateamento da saúde publica e o péssimo sistema de ensino, onde milhões de alunos tem dificuldades de uma simples soma ou leitura, dando argumentos demagógicos de sustentação a vários políticos que o problema do Brasil e a educação, sendo que na realidade o problema do Brasil são as péssimas condições de vida das dezenas de milhões dos excluídos e alienados pelo sistema capitalista oligárquico que faz da elite do Brasil tão poderosa quantos as do 1º Mundo. É inadmissível o salário dos professores, dos assistentes de saúde, até mesmo da policia e os trabalhadores de uma forma geral, vemos o surrealismo de dezenas de salários pagos pelos sistemas de televisão Globo, SBT e outros aos seus artistas, jornalistas, apresentadores e diretores e etc.
Manifesto da Revolução Quilombolivariana vem ocupar os nossos direito e anseios com os movimentos negros afro-ameríndios e simpatizantes para a grande tomada da conscientização que este país e os países irmãos não podem mais viver no inferno, sustentando o paraíso da elite dominante este manifesto Quilombolivariano é a unificação e redenção dos ideais do grande líder zumbi do Quilombo dos Palmares a 1º Republica feita por negros e índios iguais, sentimento este do grande líder libertador e construí dor Simon Bolívar que em sua luta de liberdade e justiça das Américas se tornou um mártir vivo dentro desses ideais e princípios vamos lutar pelos nossos direitos e resgatar a história dos nossos heróis mártires como Che Guevara, o Gigante Osvaldão líder da Guerrilha do Araguaia. São dezenas de histórias que o Imperialismo e Ditadura esconderam. Há mais de 160 anos houve o Massacre de Porongos os lanceiros negros da Farroupilha o que aconteceu com as mulheres da praça de 1º de maio? O que aconteceu com diversos povos indígenas da nossa América Latina, o que aconteceu com tantos homens e mulheres que foram martirizados, por desejarem liberdade e justiça? Existem muitas barreiras uma ocultas e outras declaradamente que nos excluem dos conhecimentos gerais infelizmente o negro brasileiro não conhece a riqueza cultural social de um irmão Colombiano, Uruguaio, Venezuelano, Argentino, Porto-Riquenho ou Cubano. Há uma presença física e espiritual em nossa história os mesmos que nos cerceiam de nossos valores são os mesmos que atacam os estadistas Hugo Chávez e Evo Morales Ayma,Rafael Correa, Fernando Lugo não admitem que esses lideres de origem nativa e afro-descendente busquem e tomem a autonomia para seus iguais, são esses mesmos que no discriminam e que nos oprime de nossa liberdade de nossas expressões que não seculares, e sim milenares. Neste 1º de maio de diversas capitais e centenas de cidades e milhares de pessoas em sua maioria jovem afro-ameríndio descendente e simpatizante leram o manifesto Revolução Quilombolivariana e bradaram Viva a,Viva Simon Bolívar Viva Zumbi, Viva Che, Viva Martin Luther King, Viva Osvaldão, Viva Mandela, Viva Chávez, Viva Evo Ayma, Viva a União dos Povos Latinos afro-ameríndios, Viva 1º de maio, Viva os Trabalhadores e Trabalhadoras dos Brasil e de todos os povos irmanados.
O.N.N.QUILOMBO –FUNDAÇÃO 20/11/1970
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