miércoles, 1 de octubre de 2008

Otra estupidez: amonestados... ¡por ultraje al uniforme!

“Ultraje al uniforme”

Hoy y mañana estaremos escuchando las acostumbradas frases hechas acerca de estos adolescentes descontrolados que por ejemplo mantienen una relación sexual, relación que es filmada por alguien y puesta en Internet.

Esta vez el incidente que justificará una feroz competencia de moralina entre docentes, funcionarios, buena gente en general y medios serios, se produjo en una Escuela Técnica de la provincia de Entre Ríos. Una alumna y un alumno de la misma (de 15 y 14 años de edad) fueron filmados con un celular durante una relación sexual. La chica manifiesta en el mismo video su rechazo a esa filmación; pese a ello, las imágenes fueron puestas en la red.

Por uno o dos días, quedará en segunda página el juicio al cura Grassi, que es sólo un botón de muestra de la infame pederastia practicada por unos cuantos curas contra los chicos entregados a su cuidado. Qué oportuno es este incidente.

Pido a los expertos en moral ajena, que por favor reflexionen sobre algunos aspectos de esta historia donde unos cuantos adultos hacen muy mal papel:

- 1) Ahora, después del bardo, la Escuela va a implementar un programa sobre “Educación sexual y respeto a la mujer”. ¿Y qué venían haciendo, con sentido educativo, sobre estos temas, en una institución que debiera orientar a los adolescentes? El regente reconoció que ese programa se estaba estudiando para implementarlo en 2009, con calma. Claro, seguramente los chicos son asexuados y podían esperar. Pero ahora lo van a apurar, para que estos dos chicos tengan que ir.

2) Esta actitud desprestigia y menoscaba de entrada al propio programa de educación sexual. Me pregunto quién debiera ser al menos apercibido por este nivel de desatención hasta hoy, y especialmente por este giro autoritario gratuito que le dan a la educación sexual: a un programa que debiera ser educativo, lo presentan como un castigo. ¿Así quieren atraer a los adolescentes para que participen? Para colmo, se habla de “participación obligatoria” de estos relapsos.

3) El colmo del viraje autoritario se da cuando les ponen 24 amonestaciones a los pibes, y les avisan que en 2009 tendrán que buscarse otro colegio, pero no por desamor, no porque el uso de la imagen de una persona no pueda hacerse sin su permiso; no por haber levantado a la red un video violentando la voluntad de uno al menos de sus partícipes; no, no, parece que a estas cosas no las sanciona el reglamento. No, en este feudo de la educación argentina no se sanciona el desamor, sino… EL USO INDIGNO DEL UNIFORME! Pero me pregunto… ¿usan uniforme? Y me repregunto: ¿el problema son los uniformes, o las personas? Quizás la gente bienpensante y las autoridades educativas entrerrianas tendrían que ocuparse un poco de este “uniformismo” que lleva a poner en segundo lugar los valores humanos más básicos.

- Por si faltaba algo para acusar a los menores, sólo a ellos, está la opinión más desopilante aún del supervisor: "está mal el hecho en sí, haberlo filmado, y haberlo hecho en horario escolar"... Por lo visto, no era el uniforme el problema? O si esto se hubiera hecho fuera del horario escolar, sería más disculpable? Perdón, señor supervisor, no aclare, que oscurece.

- Algunas cosas se tornan más entendibles cuando contextualizamos: claro, la escuela en cuestión funciona en el predio de una base de la Fuerza Aérea, y se la conoce como “Escuela de la Base”. Me pregunto si, hablando de uniformes limpios, y de la dignidad de los mismos, se han realizado análisis tan estrictos para lo sucedido entre 1976 y 1983 en las mismas instituciones y en el mismo predio. ¿Será que los alumnos sancionados son vistos como depositarios del prestigio de la institución armada? ¿O este discurso tiende a señalarnos que los alumnos son sancionados por los tres poderes: el educativo, el sindical y el militar?

Pese a toda esta onda que castiga lo que no debe y no observa lo que debiera, frente a esta mezcla cómoda de pacatería, conformismo, paramilitarismo y extravío de los valores fundamentales, sigamos sustentando que el mayor problema es el desamor, y no, precisamente no, bajarse el uniforme de la cintura. Y en eso debieran concentrarse educadores, padres, supervisor, algún periodismo, y las autoridades de la provincia. Si algo debiera hacer alguien, es propiciar que esa escuela se humanice. Porque aunque sea la “Escuela de la Base”, supongo que sus sueldos los paga el pueblo argentino, ¿verdad?

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