El abuelito Madoff y Carlo Ponzi
¿Lo ubican a Bernard Madoff? Un abuelito sonriente, parecido a Papá Noel, millonario y filántropo neoyorquino, ahora preso por estafa. Ensartó a un montón de incautos en el manido y viejo espinel de una “combinación Ponzi”.
Esa combinación debe su nombre a Carlo Ponzi, un millonario ítalo norteamericano que en 1920 ofrecía pagar un 50% de interés en cuarenta días, o doblar el capital en 90, mediante operaciones con bonos postales. Ponzi estafó la “enorme” suma de quince millones de dólares. Pero Madoff nos demuestra el progreso del capitalismo: arrambló con cincuenta mil millones de dólares - una suma bastante como para aliviar de su deuda externa a más de un país pobre. Madoff engatusaba a los clientes con supuestos negocios en opciones a futuro, y los giles formaban fila para pedirle que tomara su dinero.
Las predicciones económicas de Kurt Vonnegut
¿Lo ubican a Bernard Madoff? Un abuelito sonriente, parecido a Papá Noel, millonario y filántropo neoyorquino, ahora preso por estafa. Ensartó a un montón de incautos en el manido y viejo espinel de una “combinación Ponzi”.
Esa combinación debe su nombre a Carlo Ponzi, un millonario ítalo norteamericano que en 1920 ofrecía pagar un 50% de interés en cuarenta días, o doblar el capital en 90, mediante operaciones con bonos postales. Ponzi estafó la “enorme” suma de quince millones de dólares. Pero Madoff nos demuestra el progreso del capitalismo: arrambló con cincuenta mil millones de dólares - una suma bastante como para aliviar de su deuda externa a más de un país pobre. Madoff engatusaba a los clientes con supuestos negocios en opciones a futuro, y los giles formaban fila para pedirle que tomara su dinero.
Las predicciones económicas de Kurt Vonnegut
Lo más divertido, o lo más triste del caso es que esta historia ya estaba escrita. Le cedo la palabra a Walter Starbuck, protagonista de la novela de Kurt Vonegut “Jail Bird”, Pájaro de celda, que en 1979 nos contaba:
/83/ … “sólo había otro individuo más en el campo de instrucción de la cárcel. Arrastraba una bolsa grande de basura e iba recogiendo papeles con una púa fijada al extremo de un palo largo. Era un individuo pequeño y viejo como yo. Cuando vio que nos acercábamos, se situó entre nosotros y el edificio de oficinas, y me apuntó con la púa, indicando que tenía que decirme algo muy importante. Era el doctor Carlo Di Sanza, doctor en derecho por la Universidad de Nápoles. Se había nacionalizado norteamericano y cumplía su segunda condena por utilizar el correo para organizar un Plan Pomzi. Era un feroz patriota.”/ … /
“- No olvides una cosa – me dijo -. Este país, te haga lo que te haga, sigue siendo el país más grande del mundo. ¿Verdad que no lo olvidarás?” … “Fuiste un imbécil por haber sido un comunista. En un país comunista no hay oportunidades. ¿Por qué querrías vivir en un país sin oportunidades? “… “En Norteamérica yo he sido millonario dos veces. Y volveré a serlo.
- Estoy seguro – dije. Y lo estaba.
Simplemente iniciaría su tercer Plan Pomzi… consistente, como antes, en ofrecer a los imbéciles unos intereses enormes por el uso del dinero. Como las veces anteriores, utilizaría la mayor parte de su dinero en comprarse mansiones y Rolls Royces y lanchas rápidas y demás, pero devolviendo parte como los elevados intereses que había prometido. E irían acudiendo a él cada día más, al enterarse por los satisfechos receptores de los réditos, y él utilizaría su dinero para pagar más réditos… y así sucesivamente.
Estoy convencido de que la mayor fuerza del doctor Di Sanza era su absoluta estupidez. Era un estafador tan eficaz porque no podía entender, ni siquiera después de una doble condena, por qué un Plan Pomzi tenía que acabar inmediatamente en catástrofe.
- Yo he hecho rica y feliz a mucha gente – dijo - ¿Lo has hecho tú?
- No, señor… aún no – dije – pero nunca es demasiado tarde para intentarlo.
Conclusión (provisoria): si quiere ver cómo viene eso de la economía, consulte a su novelista. Y no sólo entenderá ciertos resortes y cuerdas de esa maquinaria, sino que además disfrutará de una lectura tan inteligente, lúcida, dramática y chispeante como la de esta novela de Vonegut – que por algo, por algo no ha sido de los más aplaudidos por la gente notoria. Si a "Matadero 5" le sumamos esta "Pájaro de Celda", pueden sospecharse los motivos.
/83/ … “sólo había otro individuo más en el campo de instrucción de la cárcel. Arrastraba una bolsa grande de basura e iba recogiendo papeles con una púa fijada al extremo de un palo largo. Era un individuo pequeño y viejo como yo. Cuando vio que nos acercábamos, se situó entre nosotros y el edificio de oficinas, y me apuntó con la púa, indicando que tenía que decirme algo muy importante. Era el doctor Carlo Di Sanza, doctor en derecho por la Universidad de Nápoles. Se había nacionalizado norteamericano y cumplía su segunda condena por utilizar el correo para organizar un Plan Pomzi. Era un feroz patriota.”/ … /
“- No olvides una cosa – me dijo -. Este país, te haga lo que te haga, sigue siendo el país más grande del mundo. ¿Verdad que no lo olvidarás?” … “Fuiste un imbécil por haber sido un comunista. En un país comunista no hay oportunidades. ¿Por qué querrías vivir en un país sin oportunidades? “… “En Norteamérica yo he sido millonario dos veces. Y volveré a serlo.
- Estoy seguro – dije. Y lo estaba.
Simplemente iniciaría su tercer Plan Pomzi… consistente, como antes, en ofrecer a los imbéciles unos intereses enormes por el uso del dinero. Como las veces anteriores, utilizaría la mayor parte de su dinero en comprarse mansiones y Rolls Royces y lanchas rápidas y demás, pero devolviendo parte como los elevados intereses que había prometido. E irían acudiendo a él cada día más, al enterarse por los satisfechos receptores de los réditos, y él utilizaría su dinero para pagar más réditos… y así sucesivamente.
Estoy convencido de que la mayor fuerza del doctor Di Sanza era su absoluta estupidez. Era un estafador tan eficaz porque no podía entender, ni siquiera después de una doble condena, por qué un Plan Pomzi tenía que acabar inmediatamente en catástrofe.
- Yo he hecho rica y feliz a mucha gente – dijo - ¿Lo has hecho tú?
- No, señor… aún no – dije – pero nunca es demasiado tarde para intentarlo.
Conclusión (provisoria): si quiere ver cómo viene eso de la economía, consulte a su novelista. Y no sólo entenderá ciertos resortes y cuerdas de esa maquinaria, sino que además disfrutará de una lectura tan inteligente, lúcida, dramática y chispeante como la de esta novela de Vonegut – que por algo, por algo no ha sido de los más aplaudidos por la gente notoria. Si a "Matadero 5" le sumamos esta "Pájaro de Celda", pueden sospecharse los motivos.
Pero… ¿qué pensar acerca de esto que contaba y preveía Walter Starbuck en la novela?
La historia da para más. Les propongo continuar con esta lectura, en el post que sigue ahí abajo.
La historia da para más. Les propongo continuar con esta lectura, en el post que sigue ahí abajo.
(Textos según la edición de 1980 de Editorial Argos Vergara S.A., Barcelona. Traductores José M. Alvarez y Ángela Pérez).
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