lunes, 5 de enero de 2009

Poetas, patrias, preguntas

Son preguntas que surgieron pensando en Juan Larrea y en algunos temas de la poesía de Robert Gurney. Sin duda él escribiría esto de modo mucho mejor.






Poetas, patrias, preguntas (en las huellas de Robert Gurney)



En las páginas de ciudades y poblados europeos en internet, suele aparecer una lista de personas destacadas que han nacido o viven allí.

Estuve buscando a mi amigo, el poeta Robert Gurney, en la página de Luton, donde nació; en la de St. Albans, donde vive; en la de Port Eynon, donde pasa algunas temporadas. Aparecen deportistas, cineastas, cantores exitosos y actores de cine, pero no él. Y en general, es raro que aparezca algún poeta.

En esta otra punta del mundo, a veces los poblados y las ciudades ni siquiera tienen una página donde asentar sus nombres. Pero cuando la tienen, es igualmente denso ese olvido.

¿Será que los poetas en estos tiempos tienen que ser necesariamente expatriados? Más que nada en estos tiempos, aunque no sólo en ellos. Homero fue un sin techo, y Dante un prófugo subversivo.

La lista de ejemplos cercanos es demasiado extensa:

Juan Larrea
exiliado en el silencio y en Córdoba

Rafael Alberti
contemplando las aguas de un río que nunca lo llevará de regreso a su tierra
por más que quiera pagarle al barquero con un canto

Héctor Ciocchini
obligado a exiliarse
por ser peligroso para la Argentina
su lápiz

Pizarnik expatriándose de este desvastamiento
definitivamente

Juan Gelman
otra vez recorriendo el camino de los expulsados de Sefarad
sin siquiera la gran llave de la que fue su casa

y Tilo Wenner y Paco Urondo
y todos los que fueron arrancados en flor -

pero qué pasa -
desde hace un tiempo los poetas no pueden tener patria

o estas patrias no quieren tener poetas
aunque les deben su existencia:

porque a ver
quién dijo por primera vez
Argentina –

no fueron las fuerzas vivas
ni las instituciones constituidas -



aunque no queda ni un retrato


de aquel
Martín del Barco Centenera.

1 comentario:

badana dijo...

Mejor que no tengan placas los poetas. Las placas las atornilla el poder sobre las piedras fundacionales de su dominio.
Así , sin placa, son más creibles .
Cuando adquieren reconocimiento es porque escriben para la corona ( como los intelectuales que ahora huyen del entorno K) .-
Pero seguro hay tierras donde son reconocidos , Martí y su Cuba por caso .
Claro que este reconocimiento , a este gobierno actual no sé si le sirve como evocación de palabra liberadora o de coartada.-.
por las dudas , sigan así , hoy hay redes y grietas para que la palabra se filtre y fecunde